En todo tipo de decoración siempre hay algo que marca la diferencia del resto. En este caso no iba a ser diferente. Existen ciertos objetos que deben estar siempre presentes en una decoración nórdica y que deben escogerse adecuadamente para que no desentonen en su conjunto. Si estás pensando en decorar tu vivienda basándote en este estilo, no dejes de leer este post y sumérgete en este mundo. ¡Te mostraremos qué no puede faltar para que aciertes en tus elecciones!

¿Qué no puede faltar en una decoración nórdica?

Cuando se apuesta por este estilo, principalmente lo que se busca es la paz y la tranquilidad. Su gran variedad de combinación se vuelve una de sus características más representativas. A continuación descubrirás los elementos imprescindibles de esta decoración.

El blanco es el gran protagonista. No podrás abandonarlo, pues sin el blanco no existiría la decoración nórdica. Puedes apostar por diferentes gamas y tonos como pueden ser: crema, hueso o el beige claro. Para que no sea todo tan monótono puedes combinarlo con una pared de otro color o colocar un tipo de papel vistoso y moderno que aporte carácter al ambiente.

Dale color. Aunque el blanco sea el protagonista de las paredes, no significa que el resto de los elementos deba seguir esas mismas tonalidades. Puedes incluir algunos contrastes. Incluye colores oscuros como el azul marino, el chocolate o incluso el negro. Suele ser muy habitual utilizar gamas más vibrantes, así que tienes la libertad de incluir tonos amarillentos, rojos o verdes. Darás mayor frescura a la estancia. Ahora será tu turno decidir cuáles quieres incluir.

¡Qué no falte la madera! A pesar del frío que puede transmitir debido a los colores asociados a él, este estilo siempre intenta buscar el confort y la calidad en el ambiente. Para conseguirlo, la madera es su gran aliado. Es otro de los elementos indispensables. No puede faltar en un adorno, en el sofá, en las mesas, en la pared, en el suelo… Cualquier sitio puede ser bueno para incorporarla.

Apuesta por la naturaleza. Como su propio nombre indica, este estilo proviene de los países nórdicos, y una de sus principales características es su frondosa vegetación y sus preciosos paisajes verdes. Por eso, en su decoración tampoco pueden faltar estos complementos. Ya sean en macetas o arreglos florales, las plantas son recurrentes. Lo importante es conseguir darle ese ambiente natural a nuestra estancia. Tampoco te pases abarrotando toda la casa, colócalas con un poco de cabeza y en lugares estratégicos en los que consigan destacar.

Utiliza textiles. Buscando la calidez y la comodidad, los textiles no pueden faltar. Puedes incluirlos como elementos decorativos, como adornos en la pared o simplemente como un objeto de uso habitual (una manta, por ejemplo). En estos casos se suele apostar por el lino, el algodón y la lana, ya que son materiales que consiguen transmitir esa sensación de estar en conexión con la naturaleza.

Muebles de línea recta.  A la hora de elegir el mobiliario debes tener muy en cuenta la guía que debes seguir. Debes amoldar los muebles a ella pues un fallo arruinaría completamente la decoración. Se busca la sencillez y, por ende, es recomendable apostar por líneas rectas, con curvas suaves. Otra de las principales características de estas piezas es su funcionalidad, deben tener un motivo para estar ahí. Por eso, habitualmente se escogen aquellas que decoran tu estancia y además te ofrecen espacio de almacenamiento.

No te olvides de los detalles. En todo estilo decorativo son los que realmente marcan la diferencia. Como no podía ser de otra manera, aquí ocurre lo mismo. Incorporar ciertos elementos de cobre o latón suelen ser las opciones más acertadas a la hora de incluir alguna lámpara o un accesorio. Pero, sobre todo, no puedes olvidar que debes personalizar tu decoración y hacerla tuya. Para ello, escoge fotografías, láminas, cuadros…Cualquier elemento con el que te identifiques y con el que consigas plasmar tu personalidad.

Sigue estos consejos si quieres decorar tu casa con estilo nórdico. Aquí os dejamos algunos de los grandes indispensables y, por ello, debes tenerlos en cuenta cuando te pongas manos a la obra. ¡Alucinarás con el resultado final!