Has visto esta silla millones de veces en las revistas de decoración, puede que hasta la tengas en casa, en su versión mecedora o butaca… pero lo que pocos saben, es que detrás de una de las sillas más icónicas del diseño del siglo XX, hay una mujer: Ray Eames.
En el post de hoy, 8 de marzo, día de la Mujer, te invito a conocer más sobre esta emblemática silla y esta apasionante diseñadora.
Ray-Bernice Alexandra Kaiser nació en 1912 en Sacramento (California) y muy pronto reveló su vertiente creativa cursando estudios de pintura.
En 1940 comenzó sus estudios de Bellas Artes en la Cranbrook Academy of Art, donde conoció al que, un año más tarde, se convertiría en su compañero de vida y profesión, Charles Eames.
Después de casarse, el matrimonio se mudó a Los Ángeles en 1941, donde fundaron una empresa. Uno de sus primeros trabajos en común, surgió del estudio de la madera contrachapada. A partir de pruebas con este material, surgieron productos innovadores, como las tablillas para la marina estadounidense, y experimentos aislados con esculturas de formas orgánicas.
En 1945 crean el Eames Elephant, un elefante de juguete de chapa de madera pensado para los pequeños de la casa, pero esta obra nunca llegó a la fase de producción. Con el tiempo este prototipo se rescató y se llevó al plástico: un material que permite que los niños jueguen y disfruten del diseño tanto dentro como fuera de casa.
En las siguientes dos décadas, se sucedieron diseños de muebles innovadores.
Pioneros en la utilización de materiales como la fibra de vidrio o la resina plástica, en 1950, diseñaron la más que conocida Eames Plastic Chair. Fué para el concurso Low Cost Furniture Design que organizó el Museo de Arte Moderno de Nueva York, y fue la primera silla de plástico fabricada industrialmente.
De este prototipo, fueron sugiendo distintas variantes, todas ellas exquisitas y desde entonces, su diseño y comodidad, las han convertido en una piezas clave de la decoración de interiores.
Son tan demandadas que incluso hay versiones mini para los peques de la casa, y no solo blancas, las hay en diferentes colores… ¡absolutamente irresistibles!
A la misma década pertenecen el el Eames Lounge Chair o el Aluminium Chair, que no han perdido un ápice de modernidad.
Hoy en día, hacerte con una de estas piezas, ya iconos del diseño, no está al alcance de todos los bolsillos. Sin embargo, la expiración de la patente del diseño, (de 50 años según la Ley), permite fabricar réplicas, pudiendo acercar estos legendarios modelos, a unos precios mas asequibles. En No place Like Home te ofrecemos replicas de una excelente calidad, manteniendo ese espíritu con el que el matrimonio Eames creó su línea de mobiliario: la reivindicación del diseño democrático.
Charles y Ray Eames trabajaron juntos hasta la muerte de Charles en 1978. Ray Eames falleció –el mismo día– diez años más tarde. Fueron un tándem perfecto, que influyó de manera decisiva en la forma de entender el diseño en el siglo XX y que ha dejado como legado piezas que hoy en día son historia del diseño.
Aunque el nombre de Ray se asocia siempre a su marido Charles Eames, su asociación artística y personal fue tan estrecha que resulta casi imposible diferenciar en qué aspectos concretos del proceso creativo contribuyeron uno u otro en cada pieza. Por esto me parece justo que su trabajo deje de estar en la sombra y se reconozca su contribución en la extensa obra del matrimonio.
Espero que mi particular homenaje a Ray Eames, os haya ayudado a conocer un poquito más sobre una de las diseñadoras más importantes del siglo XX, su obra y la importancia de su labor, abriendo las puertas a un montón de diseñadoras, que aun hoy en día luchan por hacerse hueco.